Baleares lidera la bajada de venta de inmuebles a extranjeros
Palma de Mallorca,
La Asociación Balear de Inmobiliarias Nacional e Internacional, ABINI, ha tenido acceso al informe presentado por el Colegio de Registradores de España en el que se hace un estudio sobre la venta de inmuebles a extranjeros durante el segundo trimestre de 2023. En este informe se demuestra que en Baleares, de un total de 3.688 operaciones de compra venta inmobiliaria, 1.120 fueron realizadas por personas extranjeras. Estos datos se refieren al segundo trimestre del presente año.
Con estas cifras podemos afirmar que la cuota de compra de extranjeros es del 30,38%. A pesar de que Baleares es, por detrás de las Islas Canarias, la segunda Comunidad Autónoma en cuota de venta a extranjeros, llama la atención que Baleares es la Comunidad Autónoma dónde más bajan las ventas a extranjeros. Por provincias, Alicante lidera el ranking, con un 44,67% y Baleares ocupa el cuarto lugar.
Si analizamos los datos desde principio de año, Baleares ya empezó en primer trimestre con una bajada general del 4,5% de compraventas realizadas y un desplome del 31% en ventas a extranjeros. “A esa bajada del primer trimestre hay que sumarle la del segundo, que suma otra reducción del 28%. Son datos que empiezan a ser alarmantes porque dibujan una tendencia que no favorece la economía de las Islas Baleares. De continuar así se presenta un escenario desconocido en los últimos diez años donde el mercado extranjero ha generado una robusta industria que genera más del 20% del PIB en las Islas Baleares”, ha apuntado el presidente de ABINI, Hans Lenz. La media de España en ese segundo trimestre es de un 5% de bajada en número de compraventas. No obstante, hay otras comunidades, como Valencia, en la que se produce un aumento del 9%, o en Cataluña donde las transacciones inmobiliarias a personas de otros países ha subido en un 2%.
Causas
Desde ABINI valoramos como posibles causas la pérdida de la fortaleza económica del Centro y Norte de Europa, unido a un muy fuerte aumento de los intereses que han frenado en seco la inversión inmobiliaria en Europa. Además, se suman los efectos que ha supuesto el Brexit en Reino Unido y países emisores como Alemania, principal mercado en Baleares, con una enorme inflexión en su mercado inmobiliario y en la antesala de la recesión, o Suecia donde se ha perdido una capacidad de compra de casi el 20% en los últimos dos años. Por otro lado, la anterior legislatura a nivel autonómico estuvo orientada a aumentar la compra por parte de extranjeros, mientras se produjeron sucesivos aumentos de los impuestos relacionados con la vivienda. Ninguna otra comunidad de España tiene impuestos de compra y patrimonio más altos que Baleares. Si lo comparamos, por ejemplo, con Madrid, la capital de España mantiene un Impuesto de Transmisiones Patrimoniales lineal del 6%, independientemente del valor del inmueble. En Baleares se paga prácticamente el doble, un 12% para compras de entre uno y dos millones de Euros y de un 13% para inmuebles que superan los tres millones de Euros.
Por nacionalidades, en 2022
Según los datos del Colegio de Registradores de España y el Portal Spanish Property Insight, en 2022 las nacionalidades de compradores internacionales en Baleares se compusieron en un 60% de alemanes, 11% de británicos, 7,5% de italianos, 6% de suecos, 4% de holandeses y 3,6 % de franceses. EEUU, China y Rusia no alcanzan el 1% de la compraventas realizadas en las Islas Baleares respectivamente.
Consecuencias
Es evidente que si no se revierte esta situación, Baleares se va a ver perjudicada si se mantiene esta bajada de venta de inmuebles a extranjeros. Todo apunta a que estamos entrando en una nueva fase y Baleares no está exenta de estos cambios. Pensar que los precios no tienen límites y que los extranjeros tienen capacidad para comprarlo todo es caer en un error y demostrar que estamos desconectados de la realidad.
En este momento de reflexión necesaria y cambio político deberíamos hacer un esfuerzo como sociedad para adaptarnos a una bajada de demanda extranjera que tendrá múltiples efectos, tanto en las expectativas que ha generado el enorme tirón de demanda que supuso el COVID como una notable bajada de recaudación de impuestos autonómicos que sin duda van a llegar.